20. Saber es otra cosa
- ¿Quién no sabe de qué se trata esto del fútbol? ¿Quién no conoce las reglas básicas de este deporte? ¿Un marciano tal vez?
¡Hasta mi tía Beba las sabe!
Eso sí, lo que se dice “saber de fútbol”, eso es otra cosa.
Todo el mundo habla de fútbol pero no todos saben. La gran mayoría está convencida de que sabe muchísimo de fútbol pero es evidente que la realidad indica lo contrario. Por eso estamos como estamos. Nadie sabe tanto como cree que sabe (o como dice que sabe). Ni siquiera yo.
Un montón de gente (entre los que incluyo a mi tía Beba) sabe que en el fútbol hay que patear, golpear, impactar a la pelotita con el pie. De eso se trata.
Pero claro, “saber patear”, es otra cosa.
¿Quién no sabe lo que es un penal? Nadie.
“La ejecución”. “El tiro desde los doce pasos”.
¿Pero todos saben patear penales? No.
Cualquiera puede ir, agarrar la bocha y patear, y hasta meter un gol. Pero “saber patear penales” es otra cosa. Parece una tontería y para algunos tal vez lo sea pero para mí no lo es. Patear bien un penal es algo muy difícil, todo un arte.
Uno lo ve patear a Ortigoza, el de Argentinos Juniors y parece fácil, siempre la pelotita termina adentro, clavada en la red. Gol. Los arqueros se tiran para acá, se tiran para allá pero no hay caso, cuando patea Ortigoza la tienen que ir a buscar adentro, irremediablemente. ¿Cómo hace? No lo sé. “Penal bien pateado es gol”, aseguran los entendidos. “El arco es enorme”, dicen muchos. Y te refriegan las medidas en la cara: “7 metros con 32 centímetros de ancho por 2 metros con 44 centímetros de alto. No se le puede pifiar”.
¿No se le puede pifiar?
¿Y el arquero? ¿Qué, no juega? No es lo mismo tener enfrente a Manu, mi sobrinito de 7 años, que a tipos como Carrizo, Andújar o el Pato Abbondanzieri. Y no hablemos del mismísimo José Luis Chilavert que los atajaba y que también los pateaba. ¡Y el Goyco! Con todos los penales que atajó en el Mundial del 90, ¿cómo te parás a tan sólo doce pasos de él y le pateás? Muchos dicen que se te achica el arco y se te agranda el arquero. Y yo puedo asegurar que eso que dicen, es verdad.
¿Cuántos penales erró Maradona? ¿Cuatro, cinco? Yo me acuerdo de aquel que le atajó el Rifle Castellano, el arquero de Central. ¡Con rebote y todo! ¡A Maradona! Y también recuerdo el que le atajaron en el Mundial del 90, en cuartos de final contra Yugoslavia. Decí que estaba el Goyco esa noche, que si no... ¡Mamma mía!
¿Y Palermo, el gran goleador del fútbol argentino? ¿No erró tres penales en un mismo partido, Palermo? ¡Sí! ¡Tres penales! ¡Palermo! ¡Y vistiendo la celeste y blanca!
Por eso te digo, acá hablan por hablar y critican por criticar. Lo de los penales es una lotería a no ser que seas Ortigoza, y yo, Ortigoza, no soy.
- Y ella no es Goycoechea, Gaby. Mirala bien. ¡Ella es tu tía Beba! Le pateaste catorce penales y te atajó los catorce.
- ¡Viste lo que ataja la vieja!
Pablo Pedroso
Buenos Aires, 17 de setiembre de 2009
Read More
¡Hasta mi tía Beba las sabe!
Eso sí, lo que se dice “saber de fútbol”, eso es otra cosa.
Todo el mundo habla de fútbol pero no todos saben. La gran mayoría está convencida de que sabe muchísimo de fútbol pero es evidente que la realidad indica lo contrario. Por eso estamos como estamos. Nadie sabe tanto como cree que sabe (o como dice que sabe). Ni siquiera yo.
Un montón de gente (entre los que incluyo a mi tía Beba) sabe que en el fútbol hay que patear, golpear, impactar a la pelotita con el pie. De eso se trata.
Pero claro, “saber patear”, es otra cosa.
¿Quién no sabe lo que es un penal? Nadie.
“La ejecución”. “El tiro desde los doce pasos”.
¿Pero todos saben patear penales? No.
Cualquiera puede ir, agarrar la bocha y patear, y hasta meter un gol. Pero “saber patear penales” es otra cosa. Parece una tontería y para algunos tal vez lo sea pero para mí no lo es. Patear bien un penal es algo muy difícil, todo un arte.
Uno lo ve patear a Ortigoza, el de Argentinos Juniors y parece fácil, siempre la pelotita termina adentro, clavada en la red. Gol. Los arqueros se tiran para acá, se tiran para allá pero no hay caso, cuando patea Ortigoza la tienen que ir a buscar adentro, irremediablemente. ¿Cómo hace? No lo sé. “Penal bien pateado es gol”, aseguran los entendidos. “El arco es enorme”, dicen muchos. Y te refriegan las medidas en la cara: “7 metros con 32 centímetros de ancho por 2 metros con 44 centímetros de alto. No se le puede pifiar”.
¿No se le puede pifiar?
¿Y el arquero? ¿Qué, no juega? No es lo mismo tener enfrente a Manu, mi sobrinito de 7 años, que a tipos como Carrizo, Andújar o el Pato Abbondanzieri. Y no hablemos del mismísimo José Luis Chilavert que los atajaba y que también los pateaba. ¡Y el Goyco! Con todos los penales que atajó en el Mundial del 90, ¿cómo te parás a tan sólo doce pasos de él y le pateás? Muchos dicen que se te achica el arco y se te agranda el arquero. Y yo puedo asegurar que eso que dicen, es verdad.
¿Cuántos penales erró Maradona? ¿Cuatro, cinco? Yo me acuerdo de aquel que le atajó el Rifle Castellano, el arquero de Central. ¡Con rebote y todo! ¡A Maradona! Y también recuerdo el que le atajaron en el Mundial del 90, en cuartos de final contra Yugoslavia. Decí que estaba el Goyco esa noche, que si no... ¡Mamma mía!
¿Y Palermo, el gran goleador del fútbol argentino? ¿No erró tres penales en un mismo partido, Palermo? ¡Sí! ¡Tres penales! ¡Palermo! ¡Y vistiendo la celeste y blanca!
Por eso te digo, acá hablan por hablar y critican por criticar. Lo de los penales es una lotería a no ser que seas Ortigoza, y yo, Ortigoza, no soy.
- Y ella no es Goycoechea, Gaby. Mirala bien. ¡Ella es tu tía Beba! Le pateaste catorce penales y te atajó los catorce.
- ¡Viste lo que ataja la vieja!
Pablo Pedroso
Buenos Aires, 17 de setiembre de 2009