07 septiembre 2009

19. Patas largas

Patas largas llegó en los primeros días de diciembre. El tío lo trajo. Lo compró camino a casa en la feria de Pompeya.
- Cuando lo vi, pensé en vos -me dijo el tío-. Todo blanco. ¿Será “quemero” igual que vos?
- ¡Ja! Ojalá. No sabía que había canarios blancos.
- Yo tampoco.
- ¿Cantará?
- El vendedor me juró que sí: “Canta los goles del Globo”, dijo. “Uno cada tanto”.
- Muy gracioso, tío. ¿Tiene nombre?
- “Patas largas” me dijo que se llama.
- ¿”Patas largas”? Nombre raro para un canario.
- ¡Viste! Me contó que de pichón era flaco y de patas largas, por eso el nombre. Un auténtico caso de falta de imaginación así que vos llamalo como quieras.
Patas largas no cantaba, ni un solo “pi” pudimos escuchar. Hacía ya unos cuantos días que estaba en casa, en una jaula cómoda con alimento, agua, lechuga y solcito pero no cantaba. Era lindo, todo blanco y “quemero” pero cantar, nada. Y eso que yo cada tanto me le arrimaba y le silbaba como para entusiasmarlo. Pero nada. Probé con hacerle escuchar música, de lo más variada, y otra vez nada.
Era sábado, 13 de diciembre. Saludé a mi vieja y salí rumbo al Ducó enfundado en mi camiseta blanca, contento de volver a ver al Globo jugar en nuestra cancha después de más de un año. Atravesé el patio y en cuanto cerré la puerta y pisé la vereda, lo escuché cantar. Me frené y volví, abrí la puerta despacio, un tanto incrédulo y otro tanto cuidadoso para no asustarlo. Parado desde el umbral, la puerta abierta, miré como Patas Largas inflaba el buche y le cantaba a su público de helechos, malvones y geranios. Patas largas llenó el patio con su canto. Las macetas gordas y con patas se veían más coloridas y menos viejas, las baldosas brillaban y mi vieja, asomada por la ventana de la cocina, parecía a punto de llorar. Tal vez no era para tanto.
De una vez por todas me fui. El canto de Patas Largas llegó hasta la esquina de casa y más. Huracán volvía al Ducó para jugar el último partido del año. Patas largas cantaba, la tarde pintaba hermosa y yo soñaba con que podía ser mejor.
Lo fue: 3 a 0 ganamos. ¡Y cómo! Bailecito al Fortín al ritmo de Pastore, ese flaco de patas largas y gambeta preciosa.
Llegué a casa radiante y mientras mi vieja me contaba todo lo que había cantado Patas largas le avisé a los dos, a ella y a Patas largas, que desde ese preciso momento lo rebautizaba. Su nuevo nombre era: “Patas largas Pastore”.
Pasamos el verano a puro entusiasmo. Patas largas Pastore cantaba para el patio, para la cuadra, para medio barrio. Huracán arrancó el torneo como hace tiempo no lo hacía: triunfo de local ante los tucumanos y goleada a Racing en el cilindro: ¡4 a 1! Cuando Patas largas Pastore cantaba, fija que Huracán ganaba. Tuvimos alguna fecha complicada pero estábamos para festejar: 3 a 0 a Lanús, 4 a 1 a Argentinos, 4 a 0 a River, 3 a 0 a Arsenal y un fundamental 1 a 0 a los Cuervos.
Así llegamos a la última fecha, primeros a un punto de Vélez, nuestro próximo rival. La fiesta estaba armada. ¡Qué felicidad! Con mi vieja le compramos una nueva jaula a Patas largas Pastore. No era para menos. Elegimos una de esas de pie para poner en el medio del patio. Como para que sepa que él era el rey del lugar. Y Patas largas Pastore cantó toda la semana.
El partido se jugaba en la cancha de ellos. La vieja hacía como quince años que no iba a la cancha pero esta vez no se lo quiso perder. Me aseguré de dejarle a Patas largas Pastore agua limpia, alimento suficiente y una hoja de lechuga bien fresca. Le encomendamos que cante, que cante toda la tarde, con fuerza. Que cante como nunca. Nos despedimos de Patas largas Pastore y salimos temprano rumbo a Villa Luro. Estábamos en pleno invierno (5 de julio era) pero ese día no hacía frío, al contrario. “El fervor de la gente”, decía mi vieja.
Arrancó el partido y se me desvaneció el entusiasmo. Sentí angustia. Tal vez porque Pastore no aparecía, tal vez porque Vélez se nos venía, porque el equipo no era el de las fechas anteriores o porque el cielo se ennegrecía. O tal vez por todo eso.
La primera piedra me cayó a mí, un granizazo sin aviso me golpeó en medio del coco. Brazenas paró el partido; los jugadores y la gente buscaron refugio. No pude moverme. Las piedras caían, grandes, blancas, frías. El césped del Amalfitani se llenaba de lunares. Pensé en Patas largas Pastore mientras pasaba mi mano por el terrible chichón que coronaba mi cabeza. Pensé en la puntería y el destino. Bajamos los escalones de la tribuna mientras se reanudaba el partido, salimos del estadio cuando Monzón atajó el penal y llegamos a casa cuando el silenció se adueño del barrio y un delirante pasó tocando bocina y gritando el gol de Moralez.
Abrimos la puerta con prisa y miedo. Plantas rotas y macetas partidas. La jaula caída en medio del patio. Las baldosas brillaban húmedas y quedaban apenas tres minúsculas bolitas de hielo. Algunos alambres de la jaula estaban un poco doblados, quizá por la caída, quizá por el granizo. No los enderecé, no hacía falta. Patas Largas Pastore se había volado.

Pablo Pedroso
Buenos Aires, 17 de agosto de 2009

10 comentarios:

Anónimo dijo...

ta bueno

18 de septiembre de 2009, 10:37 p.m.
cusifai dijo...

Hola.
Conozco un quemero romántico al que tu cuento seguro le va a encantar.
Voy a poner un enlace a tu blog en el nuestro, la mesa del fútbol. Me gusta mucho lo que llevo leído.
Saludos

29 de septiembre de 2009, 11:23 a.m.
Puercoespín dijo...

Gracias Cusifai por pasar.

Ahora te sumo a los links.

Saludos!

30 de septiembre de 2009, 2:39 p.m.
Fernando Alqen dijo...

QUE TAL! SALUDOS DESDE MEXICO. TU BLOG ES MUY BUENO, TIENES MUCHA CREATIVIDAD, "PATAS LARGAS" ME ENCANTO, LO HE PUBLICADO COMO PRIMERA ENTRADA DE MI NUEVO BLOG SOBRE ARTICULOS, ENSAYOS Y CUENTOS INTERESANTES QUE ENCUENTRO EN PERIODICOS E INTERNET, OBVIAMENTE SIN AFAN DE LUCRO, INCLUYE UN ENLACE HACIA TU PAGINA. TE VISITARE SEGUIDO.

8 de febrero de 2010, 3:16 p.m.
Unknown dijo...

Hola!!!Felicitaciones por las historias, muy buenas y emocionates. Tengo una pseudo(o humilde)pagina de un club de futbol y quisiera publicar algunos de los cunetos, es posible?? sin fin de lucro ni nada... gracias y siguan con esto q esta BARBARO !!!

12 de agosto de 2010, 10:10 a.m.
Puercoespín dijo...

Hola Néstor! Gracias por pasar, leer y comentar. Por favor mandame un email a:
soypuercoespin@gmail.com
Así te cuento cómo podemos hacer.
Abrazo

P.

12 de agosto de 2010, 10:28 a.m.
Unknown dijo...

Hola, soy cuervo, pero por sobre todas las cosas amante del fútbol, y hago un programa televisivo, hecho exclusivamente con imágenes de un campeonato de fútbol comercial (también lo juego, soy arquero)y a una parte de las imágenes le incluyo un relato futbolero. "Patas Largas" me gustó mucho y quisiera grabarlo para "CORTITA Y AL PIE", Así se llama el programa... Soy Mario y les dejo un abrazo, en youtube hay algunos programas, hay que buscarlos como CORTITA Y AL PIE SAN RAFAEL ¡gracias!

17 de abril de 2013, 11:58 p.m.
Puercoespín dijo...

Hola, Mario, por supuesto que te autorizo a grabar "Patas largas" para usar en tu programa "Cortita y al pie". Eso sí, después me gustaría ver cómo quedó.
Cualquier cosa podés escribirme a este email:

soypuercoespin@gmail.com

Leí que sos cuervo. Y bueno, che, nadie es perfecto. ¡¡¡Jeje!!!

Un saludo y gracias por interesarte en mi cuento.

PP

18 de abril de 2013, 12:38 a.m.
Unknown dijo...

Muy buen cuento, saludos desde Quito-Ecuador, también escribo, pero sobre todo soy lector en general y de fútbol en particular. Tienes lo principal de un cuentista que es imaginación, estilo propio y creatividad. Sigue adelante, felicitaciones.
Richard Hidalgo Sánchez

9 de enero de 2015, 6:02 p.m.
Puercoespín dijo...

Muchas gracias, Richard, por pasar por el blog, por leer y por comentar. Sos bienvenido siempre. Muchos saludos a tu gente y tu tierra, estuve en Quito hace mucho tiempo, unos pocos días, y me trataron de maravillas.

14 de enero de 2015, 11:46 a.m.